martes, 29 de enero de 2008

La mañana

Fria, con su engañosa melena de calido sol, nueva.
Prometedora de ganas escondidas en sus sombras
sonrisas no buscadas,
llega y avisa de su marcha.
Quiero mañanas tras mañanas,
la riña del sol con la helada,
renovacion a bocanadas.
Tal vez tu mirada, tal vez tu ausencia y su añoranza.
Calida, ritmica y suave, pasa.
(Fragmento)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las mañanas soleadas me resultan abrumadoras con sus animos deslumbrantes. Me lleno de ganas que mueren al atardecer.
Tal vez, no es seguro, prefiero las lluviosas...

Anónimo dijo...

Solo siento no poder disfrutarlas mas. Son lo mejor del dia, tan alegres...cuando el sol tiene solo media hora parece que tengo la vida en mis manos... aunque sea una ilusion la quiero cada dia si es posible.